lunes, 11 de abril de 2011

El camión de helados...

Su musiquita me llega cada tarde como a eso de las 5, 6...Es aquel camioncito de helados que ya creía extinto, aquí en NY siguen vivos...Hoy más que nunca me dió una melancolía cuando escuchaba esa melodía que la tenía olvidada en la memoria...Me hace recordar unas tardes en la casa de mis abuelos, allá en la lejana campana paraguaya, donde ese cochecito se paseaba con su música tratando de vender los últimos helados derretidos a 40 grados de calor, y los pobres ninos descalzos corriendo por detrás a ver si ligaban un helado gratis...Cada vez que ese cochecito se acercaba a la casa ya corría hacia mi mamá para que me compre, pero aveces iba tan deprisa que se me pasaba entre encontrar el dinero y salir a correrlo...Lo único que me quedaba era el consuelo de ese "va a venir de nuevo" que me decía mi papá...Y tal cochecito jamás volvía a aparecer, hasta el siguiente día...Había algo de magia en todo eso...sobre todo si me pongo a recordar esa melodía que hasta ahora me la sé, puedo repetirla una y otra vez en mi mente, y se me llenan los ojos de lágrimas quizás por los recuerdos olvidados, por la infancia en aquel tiempo...que se yo.... La última vez que visité la casa de mis abuelos hace como 5 meses atrás, me pareció escuchar ese sonidito de nuevo...el camión de helados se acercaba, o al menos parecía ser, después de tantos anos, parecía que los recuerdos se me volvían de golpe, pero el sonido era lejano, o tal vez era solo mi imaginación...Quién sabe, lo único que se es que esa melodía la podría sacar en cualquier instrumento, como una cajita de música, y así de nuevo puedo ver a mi mamá cerca mío consolándome por ese helado que nunca volverá...

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