martes, 12 de abril de 2011

No hay porque ser normal...

Bueno pues como había comentado antes hoy pillé un festival de cine europeo en el Centro Checo, para mi suerte y casi ya en la culminación del ciclo me tocó ver esta película espanola, "Yo, También", que ya me había dado curiosidad anteriormente porque ví a su protagonista Pablo Pineda alzarse con la estatuilla a mejor actor en el festival de San Sebastián, el dato más resaltante aquí es que es chico que padece el síndrome de down, pero que increiblemente habla, piensa y se desenvuelve como una persona normal tanto en la película como en la vida real. Otro dato interesante es que Pablo es el primer europeo con síndrome de down en obtener un título universitario en Psicopedagogía y Educación Especial, todo un ejemplo para este chico de 34 anos, que nos pone una faceta de su vida en esta pelicula que cuenta con la participacion de Lola duenas que por cierto esta genial como siempre. No queriendo hurgar en escenas con muchos excesos, esta película nos ofrece explorar ese lado normal o no de todo ser humano...Acercarnos más a ese tipo de personas que llamamos "especiales", a todo lo que incluya su universo de sentimientos y por sobre todo a la reflexión de nuestros propios sentimientos. Es la opción que nos ofrece "Yo también" a cargo de dos protagonistas geniales a mi parecer, a un equipo humano increíble, y al riesgo de su puesta en escena, nunca olvidando que una discapacidad no hace menos a nadie sobre todo cuando se pone empeno...Aplaudo a Pablo Pineda por ser la persona que es, dentro y fuera de la película, por haberse llevado la Concha de Plata, y por seguir ayudando a las personas, es un gesto realmente admirable...

Calle al "european style"

Justo cuando ya pensaba que no encontraria un lugar de adaptación para mí, me topé con uno de los tramos del Lexington Ave, que si mal no recuerdo era por la 59, en el metro de la 68 street...pues siguiendo mi investigación sobre lugares artísticos pasé por este lugar que sin lugar a dudas tiene un estilo europeo, jugeterías coloridas, tiendas de libros, restaurantes italianos, algún que otro Dine In, y hermosos cerezos en flor...Sakuras como se diría...No se si fué porque hoy me hice la machita y me quité las fobias que tenía luego de la intoxicación que me pareció todo fantástico. Nada más de sentir el olor tienda de antiguedades me devolvía a esos tiempos donde me pasaba horas en tiendas de Madrid escogiendo libros, o afiches...Claro pues ahí tenía también los cines Golem, Rennoir, joyitas de cualquier cinéfilo, aquí hay que escabar hasta bajo las piedras para encontrar algo así, si con suerte te topas con algún cineclub independiente mugriento y abandonada en la calle don nadie, y con precios por las nubes para empeorar...La mejor tirada para cinéfilos en NY es rebuscarse de cuanto festival ofrecen los centro culturales, como el del centro Checo y Rumano, adonde asistí hoy, tienen un festival de cine europeo pero que por desgracia lo pillé tarde, y si la suerte te acompana, te pillas el Tribeca en Abril-Mayo, pero ahí ya se pagan entradas, en fin, si se sabe utilizar la herramienta internet, pues siempre te encuentras con algún hoyo artistico aquí en la ciudad del reggaeton, la coca cola, y los pantalones caídos...Ya ni rastros quedan del Frank Sinatra con sombrero y cigarro, ni de ese espíritu de Jazz, y los vinilos...Ya me hubiera gustado que Al Martino me cante "Volaré" mientras degusto una pasta a la luz de luces tenues amarillas en un restaurant italiano...bueno demasiado delicatessen me volví derrepente...Es una fantasía que ya no será posible, al menos la tengo en mi imaginación...

lunes, 11 de abril de 2011

El camión de helados...

Su musiquita me llega cada tarde como a eso de las 5, 6...Es aquel camioncito de helados que ya creía extinto, aquí en NY siguen vivos...Hoy más que nunca me dió una melancolía cuando escuchaba esa melodía que la tenía olvidada en la memoria...Me hace recordar unas tardes en la casa de mis abuelos, allá en la lejana campana paraguaya, donde ese cochecito se paseaba con su música tratando de vender los últimos helados derretidos a 40 grados de calor, y los pobres ninos descalzos corriendo por detrás a ver si ligaban un helado gratis...Cada vez que ese cochecito se acercaba a la casa ya corría hacia mi mamá para que me compre, pero aveces iba tan deprisa que se me pasaba entre encontrar el dinero y salir a correrlo...Lo único que me quedaba era el consuelo de ese "va a venir de nuevo" que me decía mi papá...Y tal cochecito jamás volvía a aparecer, hasta el siguiente día...Había algo de magia en todo eso...sobre todo si me pongo a recordar esa melodía que hasta ahora me la sé, puedo repetirla una y otra vez en mi mente, y se me llenan los ojos de lágrimas quizás por los recuerdos olvidados, por la infancia en aquel tiempo...que se yo.... La última vez que visité la casa de mis abuelos hace como 5 meses atrás, me pareció escuchar ese sonidito de nuevo...el camión de helados se acercaba, o al menos parecía ser, después de tantos anos, parecía que los recuerdos se me volvían de golpe, pero el sonido era lejano, o tal vez era solo mi imaginación...Quién sabe, lo único que se es que esa melodía la podría sacar en cualquier instrumento, como una cajita de música, y así de nuevo puedo ver a mi mamá cerca mío consolándome por ese helado que nunca volverá...

sábado, 9 de abril de 2011

Por los States...

Después de haber recorrido tanto de aquí para allá paises, ya era hora de visitar la famosa tierra de las oportunidades, los Estados Unidos. Aprovechando la estancia de mi primo y mi mamá, vine a ver estas tierras tan famosas, primero que nada queria comentar un poquito todo acerca del tema de la visa y demás...Que resultó ser un trámite más así cualquiera, sin problemas me lo otorgaron por 3 meses, en fin. En esta ocasión no tuve que prepararme con tanta anticipación ni nada ya que no tenía que traer toda mi casa dentro de la maleta, más que unas ropitas y regalitos. El vuelo desde Sao Paulo hasta Los Angeles fue agotador, por las horas, y las turbulencias que no me dejaron dormir, se viaja bien con la Korean Airlines, pero lastimosamente las condiciones climáticas no dejaron de inquitarme a cada minuto. Fué una suerte escuchar que en momentos más aterrizaríamos en el aeropuerto a la hora prevista. Al llegar me encontré con un aeropuerto atiborrado de personas, corriendo de un lado a otro, y si que camine para encontrar la ventanilla de inmigración, cuando al fin llegué, las filas iban hasta el fondo del lugar...eran más largas que un cienpiés. Me coloqué y esperé, hasta que me di cuenta de un detalle, en todas las filas casi solo se notaba gente asiática, para ser más específicos de ojos estirados, chinos, koreanos, japo, tailandeses, supongo más japoneses que nada por el tema del terremoto...Luego de esperar un buen tiempo, me tocó el turno de la inmigración, mayores cosas no me preguntó solo lo escencial y me dieron la entrada por seis meses... Saliendo ya para afuera encontré a mi primo con un amigo, que por la expresion con la que estaban, ya parecian convertirse en piedra de tanta espera...En fin, agarraron mis cosas y nos fuimos a comer algo... Aquellos días en el dpto de mi primo fueron muy buenos, vive en un barrio lo que yo diria muy calmado y limpio, tiene 2 gatos grandes como tigres, y una tele muuuyyyy grande :) Como toda visita a LA era de esperarse ir al teatro Kodak y el paseo de la fama, donde me quede a fotografiar estrella por estrella, tambien nos fuimos a ver una peli muy simpática, Rango, y descubrí un lugar muy interesante para la gente amante de la música...la disquería "Amoeba", aquí podés encontrar discos usados y nuevos, dvd's, blue ray, y mi pasión, los vinilos, casi me volví loca al ver la cantidad de material que tenían, desde el rock pesado hasta lo clásico, y como mi fanatismo no podría haber sido de otra forma, me compré 4 discos de Depeche Mode :) A ver si cuanto me dura la fiebre...En fin esos 2 días en LA la pasé super bien... Bueno aquí comienza lo no muy agradable...Venía el momento de volar para Nueva York, a ver a mi mami después de más de 10 anos....Volé por A.A, que para lo que me cobró el servicio sinceramente fué una mierda...ni el agua ni la hora te daban, menos mal que llegué bien, y me salí del avión lleno como sardinas...Luego de una llamadita divisé a mi mamá a lo lejos, y pude ver que no habia cambiado nada seguía siempre tan linda, con ese pelo negro...Mis recuerdos de la infancia volvían a la mente ahora que la tenía de nuevo enfrente para recordar su apariencia... Luego del encuentro partimos al lugar donde nos quedaríamos por estos meses. Ese lugar se encontraba en Queens, desde donde ahora escribo. Hace unos días caí enferma por culpa de unas cosas que comí afuera, estuve 5 días internada en el hospital, y sí que fueron días en el infierno...Ahora más que nunca digo que hay que tenerle cuidado a este lugar infestado de personas de todas clases, y de sus trenes mega sucios, a los que me referiré en un apartado especial...ahora ya hasta de mi sombra desconfío...El ambiente inmigrante es grande aqui en la gran manzana, será que por tanta mezcla ya se comienza a notar brotes de enfermedades extranas, psicosis gral. porque cada vez son más las personas que acaban su vida tirándose a las vías del tren, este lugar se está superpoblando demasiado que dentro de poco explotará...